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Historias de Rock con el 8: Gojira

Hay que ser sociable. No lo tomes como una orden, como un mandato mientras doy zapatazos encima de la mesa. Ni siquiera lo estoy diciendo para ti. Lo pienso cada mañana al despertar, cuando el cerebro vuelve a su lugar y se me encienden las luces (las pocas que me quedan). Cuando uno es retraído de por sí, los actos más simples llegan a convertirse en una odisea.

Por Teodoro Balmaseda
La parada del mes: Gojira. Fortitude. 2021.

Mi infancia fue gris. No pasé el calvario del cíber-acoso, pero sí que me tocaron malas cartas. En mi clase se instauró una especie de régimen feudal, con castas, y a mí me toco sub-humano, paria, esclavo tiñoso… Como ejemplo, de treinta y dos personas que había en mi clase, treinta y una inauguraron la discoteca light, y no fue por mi voluntad.

Nunca aceptas el rechazo. Será dignidad, carácter, orgullo o soberbia, pero siempre me resistí a aceptar mi rol… aunque acabas por resignarte. Hay partes de la vida, las que incluyen a terceras personas, que nunca salen bien. Métetelo en el coco.

Pero no. De vez en cuando conoce uno gente que vale la pena. Músicos, músicas, mánagers, fotógrafos, camioneras… gente que hacen que el carro de Helios cruce el cielo a diario. Para gente como yo, tímidos, retraídos, introvertidos… esto de charlar a distancia es una bendición. Puedo teclear, mandar mensajes de voz, memes… y puedo formar parte de grupos donde descubro cosas molonas sin momentos incómodos.

El caso es que cada mañana en Facebook Oli nos obsequia con sus mejores selfies destroyer, poniendo cara de mala (cuando todos sabemos que es un cacho de pan), y suele usar música de Gojira. Si no es por ella, no la conozco.

Si no hay recopilatorio o directo editado, al álbum más reciente. Fortitude, de 2021. Con una batería hecha una puta fiera, y un guitarreo maníaco, Born for one thing empieza fuerte. Sabe a Sepultura. Roots, bloody roots, parece que va a berrear Cavalera de fondo.

Amazonia, Another world… tienen un claro mensaje ecologista. Por circunstancias personales, he podido meterme un poco en harina en temas de ecología, estado de la atmósfera, crecimiento de los mares y demás, y es para correr. Un tercio de Pakistán está bajo las aguas, y aún hay algún gurú iluminado, predicador del darwinismo social, que les dice que no contaminen tanto, cuando Pakistán no genera ni el 1% de la contaminación mundial. Mientras los toques mongol, herederos de Gengis Kan, en Amazonia, y el guitarreo a lo Disturbed de Another world me taladran el cerebro, voy a decirlo claro: Sin un cambio de sistema económico, no va a haber avances significativos en prácticamente nada.

Venga, al barrizal de la polémica. Yo entiendo el ecologismo, el feminismo, el antirracismo, el movimiento por los derechos LGTBIQ+… como dedos de la misma mano, una mano que se aferra a un futuro mejor y nos saca del barrizal del fascismo. ¿Se puede ser feminista y ser tránsfobo? ¿pro LGTBIQ+ y racista? ¿animalista y clasista? La capacidad del ser humano de ser gilipollas es infinita, pero la raíz de todos los males, pésele a quién le pese, es el sistema económico: la generación mejor formada, la más eficaz de la historia gracias, en parte, al avance tecnológico… y la más pobre. Ni soñar con tener un piso a tu nombre, por lo menos, no antes de los sesenta. Qué edad bonita para empezar a vivir desahogado y tener que re-hipotecarte porque llevas cinco años sin trabajar y te estás comiendo hasta las uñas de los pies.

Hold on tiene un poso industrial a lo Zwitter, y New found me recuerda a Face the pain, la canción que abría los eventos de UFC. El feminismo no es una guerra de mujeres contra hombres, el antirracismo no es una guerra de blancos hegemónicos contra razas deprimidas… son diferentes batallas de la misma guerra: siglo XXI, replantear la situación económica, sanitaria y alimentaria.

El comienzo de Fortitude, con esas voces casi soul, me da la razón de mi convicción. Hay recursos de sobra para todos, hay trabajo para todos, pero claro, eso es inviable con que un capullo compre una red social y pierda más dinero que el Eje en la Segunda Guerra Mundial. Pese a la mayor pérdida económica de la historia, ha pasado de ser la primera fortuna del mundo a la segunda. ¿Quién me dice sin que le dé la risa que no hay dinero, que tenemos que apretarnos el cinturón? El capitalismo, por su propia idiosincrasia, tiende al monopolio, dejando cada vez más gente atrás, hasta que todo el capital mundial lo tenga una sola persona, y los demás rondemos la inanición. Si el precio del crudo es más bajo que antes de la guerra de Ucrania, ¿por qué el gasoil anda un 50% más caro? Si los proveedores cobran lo mismo, ¿por qué sube el precio de la cesta de la compra?

Tienes libertad… de morirte de hambre. De morirte de hambre sin necesidad, perfectamente evitable.

Por simbolizar una de esas amistades a distancia que a veces le calientan a uno el corazón, por hablar de cosas que me dan un poco de esperanza cuando miro al futuro y por no perder ni gota de esa potencia que me hace cabecear como un maníaco:

Gojira. Fortitude.

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