Decía Erasmo de Róterdam: “No existe posesión de mayor precio que un amigo de veras.”. Es curioso lo que es la vida, y lo que es la amistad: tiene una especie de médula, de energía primigenia, que la hace transformarse según las circunstancias. Mi colega Marcelo, el batera de Bicho Z, es ese tipo de persona. No contactamos a diario, podemos pasarnos días sin saber el uno del otro, y entre mi positivo (ya estoy negativo) y el tema laboral… hace meses que no le doy un abrazo. Pero ese motor primigenio, como la fuerza que hace emerger una raíz desde un garbanzo, lo mantiene presente en mi vida. No hace mucho que me etiqueta en Facebook: «tienes que escuchar esto». Y aquí estamos.
Por Teodoro Balmaseda
Mira que normalmente viajamos en el tiempo y desempolvo experiencias juveniles que, lo más seguro, no interesen a nadie, pero hoy vamos a hablar de riguroso presente. Año 2022, no hará dos semanas. Stitch me up, séptimo tema del Unstable, que han sacado recientemente los Tetrarch. Esto suena a los mejores Korn, al Here to stay. Una batería acojonante, guitarrazos inmisericordes y esos samplers, o teclados, o lo que sea, que acentúan un espíritu muy oscuro, de peli de terror donde un bibliotecario descuartiza en su sótano a colegiales que no ponen en móvil en silencio mientras estudian.
A ver, la potra también juega, puede ser que tengan un temazo y el resto sea un truño, así que me cribo el disco entero. I’m not right nos deja muy claro quiénes son estos mendas y que vienen muy en serio. El espíritu de Jonathan Davis está muy presente, con esa forma lánguida de cantar en las intros (como la transición de Blind), pero, al entrar las estrofas y , sobre todo, los estribillos, veo a Chester Bennington, de Linkin Park.
Negative Noise da un pasito hacia la leña. Espíritu Slipknot, con Mick, el guitarra de la máscara de hockey, al borde del esguince cervical en pleno riff. Sufacing o 555 to 666 de los dos primeros discos de los de Iowa. El punteo podría hacerlo Jim, el otro guitarrista, y los momentos de gutural reflejan a un Corey Taylor potente.
Unstable se acerca más a Rob Zombie. Cierto que al bueno de Rob le mola más la mezcla con elementos electrónicos, sobre todo en la batería, y estos derivan más a Disturbed en sala de máquinas, pero esos samplers que decoran la distorsión impenitente y la potencia percusiva le dan ese toque experimental.
You never listen es la más cercana a Linkin Park, un homenaje a In the end o From the inside. Una potencia vocal alucinante en un tema algo menos trallero en comparación con el resto de disco. Sick of you es como Saliva mezclado con Disturbed, una especie de rock hiper-estimulado. Los estribillos, un poco más lentos que los berridos de Drainman, recuerdan al Rock&Roll Revolution de los Saliva, pero con más distorsión.
Take a look inside tiene las mejores baterías del disco. Joey Jordison estaría aplaudiendo si pudiera oírlo. Son tan buenas que opacan al resto de instrumentos, a la voz… y casi me apagan la pantalla del ordenador mientras tiro líneas.
Addicted es otro tema hibridado, mitad los mejores Korn, mitad los mejores despliegues vocales de los Linkin Park. Canela en rama. Este puñetero disco no tiene desperdicio.
Pushed Down es otra visita a los Disturbed del Indestructible con un eco del Points of authority de los Linkin Park, y nos vamos con Trust me, que podría ser una de esas pistas instrumentales, de esas transiciones que hay en el Iowa o en Slipknot, el disco debut de los enmascarados, con un toque de Jonathan Davis y un poco de Marilyn Manson en una mezcla del mejor nu metal.
En el concierto homenaje a Chester Bennington dijeron que Linkin Park tenían la idea de seguir sacando discos, de reclutar a algún vocalista nuevo y tal. No sé cómo no están pidiéndole de rodillas a Tetrarch una gira conjunta donde compartan voceras. Si te gusta Slipknot, Korn, Disturbed y Linkin Park, tienes que escuchar este disco.
Por ser uno de los descubrimientos más grandes que he tenido en los últimos meses, y por demostrar que la amistad toma muchos caminos diferentes, pero es terca cuando se resiste a desaparecer:
Tetrarch – Unstable