El BLOG de Greengoat ahora también disponible en Tú IDIOMA…solo en AsaltoMata Radio Rock..!!
Por Greengoat
2025 ha sido uno de los años más interesantes que recordamos.
Hemos publicado Aloft, que es un disco que ha llegado a mucha gente de una forma especial y que nosotros mismos nos ponemos en bucle a menudo, porque tiene una cosilla rara que nos hace volver una y otra vez.
Como algunos de vosotros ya habéis deducido, estamos unidos a la tecnología en nuestro día a día, pero hasta este año no se nos había ocurrido fusionarla con la música, al menos no como ahora. Y no hablamos de usar IA (ni remotamente), sino de desarrollo y arte, de otras maneras de interactuar con la música…de otros mundos que están en este.
Una de las cosas que queremos hacer a principios del año que viene es hablaros sobre el concepto de transmedia (o como lo entendemos nosotros) y de cómo lo estamos integrando en nuestras creaciones.
Todo esto está llevando mucho trabajo (y estudio), y ha hecho que estemos más callados últimamente, así que antes de seguir con nuestra reflexión de fin de año, os queríamos dar las gracias a todos los que seguís ahí y nos apoyáis en todas las cosas locas que se nos ocurren. La cantidad de gente que nos ha escrito este año para darnos apoyo y para charlar sobre las cosas que compartimos es alucinante y no deja de crecer así que GRACIAS, porque sin vosotros esto no sería posible.
Y, ¿en cuánto a 2025?
Se ha hecho más evidente que nunca que vivimos en un sistema que se sostiene sobre el MIEDO.
No el miedo ese que evita que te coma un depredador, si no otro peor, uno estructural que está ahí para mantener a la gente en su sitio, con cosas tan básicas y potentes como el miedo a perder lo poco que se tiene, a no poder sostener una vida digna, a que cualquier paso fuera de la “línea” tenga unas consecuencias catastróficas. Un miedo gestionado y distribuido como la Soma de Huxley para sostener la obediencia.
Uno que acompaña cada decisión como la de aceptar trabajos terribles, aguantar cosas que antes se habrían rechazado, callarte para no molestar, no reclamar derechos para no ser sustituido. Un sistema de vigilancia que no necesita de fuerzas externas para funcionar porque lo llevamos por dentro, ya que basta con que cada persona esté convencida de que no puede permitirse el precio de la dignidad.
Mientras tanto, el “discurso” oficial nos dice que somos parte de una sociedad civilizada y llena de oportunidades y que si te esfuerzas mucho llegarás a algo grande.
Claro que sí, guapi. Meritocracia en un mercado laboral en el que lo de la carrera y el máster ya no garantizan nada, donde trabajar duro a veces ni siquiera da para vivir, donde parece que ya no se puede pensar en un futuro porque guerras, porque recesión, porque IA, porque….miedo.
Miedo amigos, creemos que hay que tenerle mucho miedo al miedo, porque se ha convertido en un pegamento emocional que nos mantiene más o menos funcionando como sociedad…pero funcionando, que no progresando.
Sentimos que el progreso es que la gente tenga una vida en la que pueda formarse, tener salud, comer todos los días, un hogar, tener dignidad. Un progreso que signifique vivir tranquilo y eso es vivir sin miedo. Pero parece que el “progreso” se está centrando en cosas muy diferentes.
Y entonces llegamos a la música, donde la precariedad es la norma, y a nosotros nos da más miedo que todo el mundo sepa que es una profesión precarizada y a la mayoría le importe una mierda, que no tener x reproducciones en nuestra última canción.
Nos aterra que se haya normalizado lo de tocar sin cobrar o que te quieran pagar con “exposición”, giras que generan deudas, el cuento de que “si disfrutas lo que haces no es trabajo”, el de que “hay que picar piedra”. La cosa de que la música es el único negocio que conocemos en el que el último que se lucra, si es que lo hace, es el que crea el producto.
Ver cómo la gente de la industria abraza la IA, sabiendo como está entrenada y lo que eso supone para los artistas humanos, o como otros artistas lo hacen porque “todo el mundo lo hace”, sin plantearse nada más.
Igual somos nosotros y es que tenemos el miedo “desorientao”…
La industria musical es uno de los ejemplos más evidentes del uso del miedo como herramienta de control, porque funciona gracias a la idea de que si no haces lo que te dicen no existes, que si no haces esto o lo otro no vas a llegar a nada y la gente se lo traga y encima te regaña si te niegas a tragártelo tu.
Una industria compuesta en su mayoría por gente que cuando consigue algo de poder, reproduce los abusos para aferrarse a él, justificando todas las injusticias que antes criticaban. El miedo les hace presos y policías al mismo tiempo…precioso.
El cuento de que vas a perder la mierda que tienes, por poca que sea, porque “mejor eso que nada”, porque es un sistema que se alimenta de la idea de que hay que ganarse el derecho a la más mínima dignidad.
Hemos visto a muchas personas de la industria intentando justificar atrocidades (condiciones abusivas en los conciertos, lo de las IA merendándose los derechos de autor, lo de las plataformas de streaming en general…etc) y después ir de “apoyo al underground”, de antisistema y de rocknroll, pero de antisistema controladito, ¿eh? Porque se ve que se puede ir de antisistema, pero solo si te ajustas a un guion tácito, ese de “drogas sexo y rocknroll”, que parece ser la franja ideológica en la que la pose rebelde vende. Pero cuidado con lo que dices, porque puede que un día le empieces a tocar los cojones al sistema de verdad, y ya por ahí…no.
Este año nos ha enseñado mucho sobre donde están nuestros límites como artistas y, también, sobre que la dignidad no es un objeto que se te pueda quitar, es un estado mental.
Que es mejor enfrentar lo desconocido, que seguir contribuyendo alegremente a un sistema en el que se lucra todo el mundo menos el creador, y es que hoy en día ya no es solo eso, es que mientras se lucra todo el mundo, además se roban las creaciones de los artistas para entrenar a robots pensados para sustituirles.
Pero si todo el mundo se niega a ser explotados, las cosas cambian. Cada pequeño gesto contribuye a un cambio enorme y el sistema lo sabe si no ¿para qué querrían el miedo?.
En fin, que este año además de decidir explorar otras técnicas y formas de expresarnos, también hemos decidido tenerle miedo al miedo y empezar a hacer (o no hacer) muchas cosas y hemos descubierto una paz y una manera de disfrutar creando, que no teníamos ni idea que existía.
Cosas de la vida, de eso va en parte Aloft, de explorar esa línea que hay en la mente humana entre lo real y lo mágico, un punto donde se pueden generar ideas que tienen un efecto muy físico sobre la vida de las personas, pero que al identificarlas como mitología y racionalizarlas. pierdan su poder.
Una última nota sobre 2025, lo de Suno y Warner haciendo “pandi”.
https://www.theguardian.com/business/2025/nov/26/warner-music-signs-deal-with-ai-song-generator-suno-after-settling-lawsuit
Que el hecho de que Warner, que como dueña (hasta que lo sea Netflix) de los derechos de autor de un montón de artistas y, como tal, la que está legalmente encargada de protegerlos, haga tratos con una empresa que básicamente ha entrenado sus IA robando las canciones de la gente sin su consentimiento, es muy del 2025. Pero eso no es lo peor, lo peor es leer los comentarios de la gente en redes sociales cada vez que alguien comparte esta noticia. Lo de “a ver es progreso, porque pasamos de la máquina de escribir…blablá”, “La IA es inevitable…blablá” …esas cosas.
Esa gente que justifica que se roben los derechos de los artistas porque quieren la puta imagen estilo Ghibli o la puta canción con la voz del de AC/DC haciendo reggaetón para rascar 2 clics y tener su dosis de dopamina, y lo demás no importa, ¿no? Evolución, ¿no? Eso si que da miedo. Que formar de amar tan extraña, leer a alguien diciendo “adoro a Ghibli” y verla crear un destrozo de imagen intentando imitarle usando IA.
Se va a quedar mucha conversación pendiente este año, pero las tendremos en 2026, porque creemos de verdad que, si no se habla abiertamente, si no compartimos información y no sabemos cómo funcionan las cosas en realidad, es complicado escoger bien, ¿no?
Así que ¿Y para el 2026?
En Greengoat se viene un año de estudiar y experimentar, porque no solo estamos creando nueva música, estamos construyendo un pequeño “mundo” del que aún no podemos contar mucho, pero que creemos que va a ser algo interesante de experimentar.
Y para terminar, queremos desearos que este 2026 seáis más libres, que no olvidéis que todo lo que hacéis tiene un valor y es importante, que hagáis lo que os haga felices, mientras no haga daño a nadie y que viváis sin miedo.
Que se abra más diálogo y que el avance no sea solo el tecnológico, sino también social, ético, emocional, artístico e intelectual.
¡Feliz 2026!!
Os queremos
Greengoat
Mientras tanto, ya sabes…
Sueña, crea, rebélate.
Greengoat es un proyecto transmedia que une música, visuales y narrativa.
Este texto fue publicado originalmente en inglés el 13/12/2025Para el artículo en INGLÉS, pincha >>>AQUÍ<<<
Para leer todos los artículos de GREENGOAT, haz click con el ratón >>>AQUÍ<<<..!!
Foto destacada por: Alvaro Carlier.
